Este proyecto utiliza el cuerpo como forma de expresión y de repulsa a la violencia contra la mujer. En el mismo, presento una serie de fotografías con siluetas femeninas, utilizando como base estética la figura de la cholita paceña, inspirada en la obra de Vivian Mayer quien, a través de una mirada humanista, desenfadada y autodidacta, nos muestra una mujer en constante búsqueda de su emancipación.

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La proliferación de ensayos fotográficos que pretenden reflejar movimientos sociales ha evidenciado la contribución de la fotografía, no solo como registro histórico de procesos, sino como medio para replantear posturas, suplir carencias y reafirmar estrategias de lucha.

 

Este ensayo levanta una bandera en favor de la unidad y pluralidad de las mujeres, revelando la feminidad con una poética costumbrista.

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Utilizo el desnudo no revelado para mostrar apenas un esbozo de cada personaje, liberándolo de sus marcas sociales, temporales y espaciales, para así, a través de la fotografía, resaltar la singularidad captada. Se trata de una protesta irreverente, que resalta la esencia libre de la mujer, mostrándola en sus diferentes facetas, con intención de derribar los estereotipos impuestos por una sociedad patriarcal.

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Toda fotografía se remite a un momento distinto al de su contemplación. La relación Íntima que establece la fotografía con el tiempo pasado ha sido (y sigue siendo) tanto un señuelo como un problema para la teoría y la práctica del arte feminista (Reckitt & Phelan)

 

Fuentes

http://revistas.ucm.es/index.php/ARIS/article/viewFile/40581/41534